Continuando con la alineación de los objetivos
estratégicos y la gestión del conocimiento, esta se justifica en la
medida que logre cumplir o llevar a cabo esos objetivos.
Las organizaciones pueden optar por una de las dos
estrategias de GC:
Codificación: enfocado hacia el conocimiento
explicito, en donde se pretende reutilizar y estandarizar procesos definidos y
repetidos. Se trata de tener el conocimiento en documentos, realizar
inversiones en TIC para este almacenamiento y se realiza el entrenamiento de
las personas a través de herramientas.
Personalización: enfocado hacia el conocimiento
tácito las personas, en donde se busca la implementación de procesos
innovadores, implementación de servicios a la medida, fomentar la experiencia
de las personas, transferir el conocimiento de persona a persona, no realizar
altas inversiones en TIC, buscar personal altamente preparado y realizar un
entrenamiento persona a persona por medio de un intercambio de conocimiento.
La estrategia ideal para las empresas es tomar una
mezcla entre las dos, ya que no todo puede estar documentado, pero tampoco se
puede permitir que todo el conocimiento este en la cabeza de las personas.
Los procesos de la gestión del conocimiento son:
Adquisición: búsqueda de conocimiento.
Apropiación: Aprendizaje organizacional.
Representación: representar en formato explícito y
documentar.
- Difusión: dar a conocer el conocimiento.
- Intercambio: socializar el conocimiento creando un flujo de conocimiento en ambos sentidos.
- Uso: utilizar el conocimiento, aplicar lo aprendido.
- Aseguramiento: garantizar la calidad del conocimiento.
La gestión del conocimiento en las empresas debe
empezar a trabajarse desde la cultura, ya que las prácticas que permitan la
transmisión del mismo vienen desde dentro de las personas y su entorno. Se debe
valorar el conocimiento del individuo, con el fin de que este se convierta en
un proceso de dar y recibir. Se debe respetar el conocimiento del individuo, ya
que este ha sido creado de acuerdo a sus experiencias y pueden existir
diferencias de conocimiento entre los diferentes individuos de una
organización.
Las organizaciones deben fomentar y reconocer
el aprendizaje como un objetivo organizacional y personal, con el fin de que
ese conocimiento se convierta en la principal fortaleza de la organización.
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